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8 oct 2009

Leif Ericcson en su dia (9 de Octubre)





Ericson, Leif (c. 975-1020), explorador islandés considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. Su patronímico, Ericson, se puede escribir también como Ericsson, Eiríksson o Erikson. Fue el segundo de los hijos de Erik el Rojo, quien hacia el año 985 fundó la primera colonia europea en Groenlandia, poco después de haber sido exiliado de Islandia.

Leif, marino como su padre, Erik el Rojo, viajó desde Groenlandia, donde vivía con éste, a Noruega, tierra natal de su familia, en los umbrales del año 1000. Allí, según una versión de la historia, el rey Olaf I le convirtió al cristianismo y le envió de vuelta a Groenlandia con la misión de convertir a los colonos vikingos a la fe cristiana. Mientras viajaba siguiendo rumbo oeste perdió la ruta y llegó por casualidad a las costas norteamericanas.

Sin embargo, fuentes más fidedignas aseguran que fue un mercader islandés llamado Bjarni Herjólfsson el primero que avistó Norteamérica. Leif le compró entonces el barco a Bjarni y siguiendo las descripciones que éste había hecho repitió la travesía. Durante la misma hizo escala en Helluland (quizá la tierra de Baffin), Markland (quizá Labrador) y por último en Vinlandia. Los especialistas en la materia aún no se han puesto de acuerdo sobre la exacta identificación de Vinlandia. Mientras unos sostienen que se trata de Terranova, para otros se trata de Nueva Escocia, o incluso de Nueva Inglaterra. Lo cierto es que en 1963 los arqueólogos encontraron unas ruinas vikingas en L’Anse-aux-Meadows, en el norte de Terranova, que corresponden a la descripción que hizo Leif de este lugar.

Cuando volvía de su viaje, Leif se encontró con un navío mercantil que había naufragado, y al salvar a su tripulación fue recompensado con la valiosa carga que transportaba. A partir de entonces se le conoció con el sobrenombre de Leif el Afortunado. Cuando llegó a Groenlandia cumplió su cometido de convertir a la fe cristiana a los colonos que allí habitaban, entre ellos a su propia madre, Thjódhild, de quien se dice que construyó la primera iglesia cristiana de Groenlandia en Brattahlid. Para realizar ulteriores expediciones a Vinlandia, le prestó a su hermano Thorvald su propia nave y fue allí donde, según cuentan algunas leyendas, Thorvald fue asesinado por los nativos del lugar en el invierno de 1004-1005.

Leif Ericson, hijo del explorador noruego Eric el Rojo dirigió en el año 1000 la primera expedición europea a América del Norte, según cuentan las sagas noruegas. A comienzos de la década de 1960, los arqueólogos noruegos encontraron las ruinas de un antiguo asentamiento noruego en Terranova. Según ellos, las expediciones noruegas a América del Norte se suspendieron probablemente por los ataques de los indígenas.

Vinlandia, nombre que recibe una parte de Canadá oriental, descubierta hacia el año 986 por el vikingo Bjarni Herjólfsson, que llegó a sus costas por culpa de una tormenta durante un viaje desde Islandia a Groenlandia, y que aparece recogida en las sagas (leyendas) escandinavas. La tierra no fue explorada, ni recibió un nombre hasta algunos años más tarde, cuando fue visitada por el navegante islandés Leif Ericson que navegaba hacia el sur, a lo largo de las costas de la península de Labrador y de la isla de Terranova; llamó a estas tierras Vinlandia, por la cantidad de viñas que crecían en ellas.

El filólogo y anticuario danés, Carl Christian Rafn, expuso en su obra Antigüedades americanas (1837) las pruebas, ya conocidas por entonces, sobre la colonización de Norteamérica por los vikingos. En esta obra puede encontrarse la creencia popular, pero infundada, de que el 'viejo molino' de Newport (Rhode Island, Estados Unidos), las inscripciones en piedra de Dighton Rock (Massachusetts, Estados Unidos) y otras huellas similares pueden ser atribuidas a los vikingos. Existen pruebas de una presencia escandinava en la isla de Ellesmere, en los territorios del Noroeste (Canadá), y en los primeros asentamientos en L'Anse-aux-Meadows, al norte de Terranova, que se corresponden con las descripciones que Ericson hizo de Vinlandia.

ERIK EL ROJO en su día (8 de Octubre)


Erik Thorvaldson (950-1001), Eirik Thorvaldsson, o Eric el rojo (llamado así por ser pelirrojo) es uno de los personajes más fascinantes de la segunda mitad del siglo X y fiel reflejo de la cultura a la que pertenece, la nórdica vikinga.

Nacido en Noruega, la familia es expulsada del país a causa de un asesinato cometido por su padre. Una vez en Islandia, su tierra de acogida, el joven Eric seguirá los pasos de su progenitor, metiéndose en otro follón que acaba con otro cadáver de por medio.

La justicia Vikinga tenía poco que ver con la justicia del derecho romano. Para ellos una muerte había dos maneras de arreglarla: en el mejor de los casos las familias del asesino y el asesinado establecen un pacto por la que se paga un determinada cantidad a la familia del fallecido... pero lo más normal, y estaban en todo su derecho, es que la familia del muerto decidiera vengarse en la persona del asesino o en algún miembro de su familia.

Ante la disyuntiva que se plantea, en la que incluso llega a intervenir el primer rey Noruego, Eric decide abandonar la isla.

Descubrimiento y colonización de Groenlandia

Por aquella mismas fechas (980-1), un amigo de Eric, Gunnbjörn Úlfsson, había avistado al oeste de Islandia algo que parecía tierra. Ambos deciden montar una nueva expedición que dará como resultado el descubrimiento definitivo de una nueva gran isla, que llamarán Groenlandia, la tierra verde.

Los geólogos y climatólogos se muestran de acuerdo en que entre los siglos X y XI las tierras del norte de Europa vivieron una época de excepcional benignidad climática, con temperaturas más altas que las actuales. Eso, sin duda, favoreció el crecimiento de los vikingos y que Groenlandia, o alguno de sus fiordos sur, presentaran ese aspecto verde pastizal tan saludable. Sin embargo, y a pesar de todo, la elección de un nombre como "tierra verde" parece responder más a razones propagandísticas –atraer nuevos colonos- que a una realidad presente ya que aún en esa época la inmensa mayoría del territorio estaría cubierto por hielos.

Lo cierto es que Eric logrará establecer dos colonias permanentes (Brattahlid y Godthab) que darán lugar a la población estable de Groenlandia, corría el año de 985. Este nuevo reino vikingo mantendrá su independencia hasta 1261, cuando pase definitivamente a la corona noruega, de la que ya era dependiente económicamente vía Islandia. Parece que el empeoramiento de las condiciones climáticas y la dependencia noruega llevó a su fin a la colonia fundada por Eric, quien la gobernaría con figura de patriarca y por vía de la asamblea vikinga. Para la segunda mitad del siglo XIV ya no había vikingos en Groenlandia.

Vinlandia

A pesar de la dureza de la tierra, la isla se convirtió en base de operaicones de la vida vikinga: pastoreo, algo de labranza y viajes de comercio-piratería, que a veces se convertían en exploración.

Según cuentan las sagas fue el segundo hijo de Eric, Leif Ericson (972-1020), -para otros un primo-, quien siguiendo una inexplorada ruta hacia el oeste avistaría unas nuevas tierras: Vinland; que muchos han identificado como Terranova, en norteamérica (ca. 1001 o 1010).

Sin embargo, por ahora, no hay pruebas arqueológicas de la presencia vikinga en tierras americanas. Las escasas pruebas que se habían intentado presentar (restos arqueológicos, mapas) han demostrado ser falsificaciones modernas.

5 sept 2009

BOUDICA REINA GUERRERA


Boudica, fue la reina guerrera de Britania, que acaudilló entre el 60 d.C. y el 61 d.C. el mayor levantamiento contra la ocupación romana durante el reinado del emperador Nerón, liderando a las tribus de los Icenos, que habitaban en la zona de Norfolk, al este de Inglaterra, además de otras tribus Bretonas y Trinovantes, reuniendo bajo su mando a un ejército de entre cien mil y doscientos treinta mil soldados contra la ocupación romana.

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23 feb 2009

La verdadera historia de William Wallace

El nacimiento de un héroe
Año 1286. Escocia era una nación libre y pacífica, el monarca Alejandro III había reinado en una conservadora sociedad feudal durante 37 años. Su país prosperaba gracias al comercio de lana con Europa.

Una noche de marzo de 1286, bajo negras nubes de tormenta, Alejandro debió asistir a una reunión con sus consejeros en el castillo de Edimburgo. Ansioso por pasar la noche con su joven esposa Yolanda, a pesar de las súplicas para que no lo hiciera, se arriesgó a tomar un atajo por peligrosos riscos en donde perdería la vida trágicamente. Tras su muerte, Alejandro sólo dejó una heredera directa, su nieta Margaret, de 3 años, conocida como “la doncella de Noruega”. Pero en 1290 la doncella murió en una isla remota en ruta a un nuevo reino. En Escocia no había heredero alguno al trono, sus líderes debieron mirar varias generaciones atrás en busca de descendientes de algún antiguo rey de Escocia lo cual inició una ardua lucha por el trono.

Catorce hombres alegaron tener derecho al trono. Había dos contendientes principales: John Balliol y Robert Bruce, ambos de familias igualmente prominentes.

La amenaza de guerra civil asechaba en el otoño de 1290, en medio de tan tensa situación surgió el entonces rey de Inglaterra Eduardo I, quién se presentó como el hombre que podía elegir al nuevo gobernante de Escocia… era como la incursión de un león en un rebaño de ovejas. Eduardo I, también conocido como “Longshanks” que significa Zanquilargo o Piernas Largas por su gran estatura, había encabezado sin piedad la expansión del reino de Inglaterra para conquistar Gales, no había mostrado mayor interés en Escocia pero vislumbró una gran oportunidad para anexarse otra nación.

Mayo de 1291. Eduardo exigió que todos los pretendientes al trono debían antes reconocerlo como el supremo líder y a quien deberían servir. Por temor al ejército de Eduardo, los escoceses accedieron. Luego, comenzaron las largas deliberaciones del rey inglés. El 12 de noviembre de 1292 eligió a John Balliol como el nuevo rey.

En 1294, Eduardo amenazó con involucrar a los nobles escoceses en su nueva guerra contra Francia. Posteriormente, a finales de 1295, los nobles escoceses acudieron al enemigo de Eduardo, al rey Felipe IV de Francia, en busca de ayuda.

Escocia y Francia negociaron un tratado a sabiendas de que el rey inglés lo consideraría como un acto de guerra. Los escoceses ratificaron el tratado en febrero de 1296 y de inmediato formaron un ejército para invadir el norte de Inglaterra.

En respuesta, Eduardo, a sus 58 años, llevó sus fuerzas a una de las principales ciudades de Escocia. Su ejército atacó sin piedad alguna matando a hombres, mujeres y niños y arrojando sus cuerpos al mar. El ejército escocés se enfrentó al inglés el 27 de abril de 1296. Fue diezmado, lo que dejó a Escocia totalmente indefensa. El ejército de Eduardo llegó al norte y así Escocia dejó de ser un país independiente. El rey John fue capturado, llevado ante el monarca inglés y obligado a renunciar al trono y al tratado con Francia. El emblema real le fue literalmente arrancado de sus vestiduras y fue encerrado en la Torre de Londres. Eduardo también se adueñó de la roca del destino, la histórica roca sobre la que los reyes escoceses tradicionalmente comenzaban su reinado.

Sin embargo, no todos los escoceses accedieron a someterse. En la primavera de 1297, comenzaron a producirse rebeliones en toda Escocia. Al nordeste, Andrew Murray, héroe de una noble familia, logró reunir un ejército. Al sudoeste, varios nobles prominentes se congregaron para iniciar una rebelión y entre ellos estaba Robert Bruce, el nieto de 22 años de uno de los pretendientes originales al trono.

Aunque los nobles capitularon antes de comenzar la batalla, sus tácticas dilatorias permitieron que se formara otro grupo de rebeldes que se ocultaba en los espesos bosques de Celkirk. Este grupo de guerrilleros, pobremente vestidos, no era liderado por un noble sino por un desconocido plebeyo: William Wallace.


La batalla por la Libertad

En 1296, el ejército inglés diezmó al ejército escocés y continuó su guerra contra los franceses. Para financiar la guerra Eduardo les cobraba impuestos a los escoceses y los reclutaba en su ejército.

Luego, en la primavera de 1297, surgió un nuevo héroe del crepúsculo de los campos escoceses, William Wallace, un hombre envuelto en el misterio.

La leyenda William Wallace, tal como se conoce hoy, es en gran parte trabajo del poeta Blind Harry (Harry el ciego). Harry escribió en la década de 1470, más de 150 años después de la muerte de Wallace. Viajó de pueblo en pueblo narrando y cantando relatos del héroe escosés a cambio de comida y dinero. Para redactar su épico poema de Wallace, Blind Harry recolectó diversos relatos y cantares de tradición oral y los compiló en una vibrante y maravillosa obra en la que se enaltecía el inmenso valor de Wallace a la hora de combatir a los ingleses.

Historiadores y estudiosos aún discuten hoy en día acerca de cuánto del poema de Harry es creíble. De acuerdo a Blind Harry, el aguacil inglés de Lanark mató a la esposa de Wallace, quien no tiene nombre. Escritos posteriores le dan a su esposa el nombre de Marion Braidfute. De allí se infiere que Wallace mató al aguacil y luego se alzó contra los ingleses debido a la muerte de su esposa. Sin embargo, no existen evidencias sólidas de que Wallace haya tenido relación alguna con Marion Braidfute ni de que la venganza fuera el motivo para matar al aguacil de Lanark.

De hecho, no se sabe casi nada con certeza de la vida de William Wallace antes de que matara al aguacil ni siquiera de cuándo y dónde nació. Muchos escoceses piensan que nació cerca de 1270, Blind Harry señala que el padre de William era Sir Malcom Wallace de una familia de pequeños terratenientes que llegaron a Escocia en el siglo XII. Sin embargo, un reciente y sorpresivo hallazgo demuestra que Blind Harry estaba errado acerca de los orígenes de este guerrero. En 1998, un investigador de Glasgow terminó su estudio a fondo del sello personal de Wallace, incluso del reverso no visto por mucho tiempo. Entre otros símbolos se revela el del arquero, lo que podría decir que este era militar o tal vez un simple cazador.

Siendo el hijo menor, Wallace no podía heredar las tierras de la familia, debía abrirse camino por sí sólo en el mundo. Sus actos posteriores indican que fue bien educado. Algunos historiadores sugieren que fue educado en la abadía de Paisley y que era un hombre muy instruido para su época, hablaba varios idiomas, entre ellos francés, inglés y latín.

Muchos historiadores y cronistas coinciden en que era un hombre de gran estatura aunque no existe retrato alguno de esa época. Su supuesta espada, guardada en un castillo de Escocia durante 550 años, mide 1,65 mts. de longitud.

El ascenso de Wallace del anonimato a la gloria fue meteórico. Escritores ingleses señalan que William usaba tácticas de guerrilla con rápidos y cruentos ataques contra sus enemigos. Blind Harry describe docenas de encuentros en los que Wallace mató a cientos de ingleses pero pocos de esos relatos son corroborados por otras fuentes. Pero cierto combate en Scome está bien documentado ya que Wallace estuvo a punto de capturar al juez supremo de Eduardo en Escocia.

En 1297, en Dundee, las fuerzas de William Wallace se unieron a las de su compañero rebelde, el noble Andrew Murray. Ambos decidieron entonces sitiar el castillo de Dundee. En el proceso 10.000 hombres formaban parte del ejército inglés al norte en clara superioridad numérica ante los escoceses. Tras entender que su única oportunidad era tener una posición estratégica, Wallace y Murray decidieron combatir a los ingleses en un lugar muy importante de Escocia, el puente Stirling.

11 de septiembre de 1297, en un día despejado, reunieron a sus hombres en las colinas cercanas al puente Stirling, sobre el río Forth. El disciplinado ejército escocés aguardó con paciencia mientras que los ingleses cruzaban lentamente el estrecho puente.

Pasaron varias horas mientras miles de ingleses lo cruzaban al mando del tesorero designado del rey Eduardo en Escocia, el buscador de gloria Hugh Cressinham. Los ingleses pensaban que los escoceses lucharían siguiendo las normas de caballería y les dejarían cruzar el río para formarse al otro lado; pero Wallace y Murray no dejarían que eso sucediera, pues sería un suicidio. Los ingleses cruzaban el puente muy angosto por donde sólo pasaban tres caballos a la vez. Entonces las tropas de Wallace y Murray se lanzaron al ataque. Encerraron a los ingleses en un puente que era muy angosto para escapar, los escoceses aprovecharon la oportunidad y empezaron a matar a placer a los ingleses hasta que no quedo ninguno. El ataque debió haber sido aterrador, los alaridos de los caballos, los hombres heridos, el chocar de las espadas, la sangre derramada, algunos fueron asesinados mientras se lanzaban al río… desde luego, los escoceses vencieron. Lo que hicieron con Cressingham tras la batalla se convirtió en leyenda. Se dice que desollaron su cuerpo y que llevaron partes de su piel por toda Escocia como evidencia de la derrota de los ingleses. Hay que tener en cuenta que eran tiempos violentos y algo así solía ser lo más normal.

La batalla del puente Stirling fue revolucionaria. Fue una de las primeras ocasiones en que un ejército de hombres a pie y armados con lanzas derrotaron a otro con una sólida caballería y arqueros. Los ingleses se vieron obligados a retirarse de gran parte de Escocia.

Corazón Valiente

Luego de la asombrosa victoria del puente Stirling, los nobles escoceses nombraron a William Wallace y Andrew Murray como los guardianes conjuntos de Escocia. El título de guardián implicaba que debían cumplir muchas de las responsabilidades del rey ausente, John Balliol, quien estaba en prisión en Inglaterra.

El 11 de octubre de 1297, los recién nombrados guardianes de Escocia enviaron una carta a Lübeck, Alemania; en un esfuerzo por asegurar la independencia de Escocia antes de que Eduardo regresara de la guerra en Francia: “Andrew Murray y William Wallace, comandantes del ejército del reino de Escocia, solicitan que Ud. les haga saber a los mercaderes de su nación que no tendrán acceso seguro en ninguno de los puertos de Escocia con su mercancía, ya que el reino de Escocia, gracias a Dios, ha sido recuperado por la guerra del poder de los ingleses”.

Una semana después de la carta, Wallace guió a las tropas escocesas a invadir salvajemente el norte de Inglaterra, tanto como para obtener suministros como por venganza.

El 12 de noviembre de 1297, Andrew Murray murió, tal vez debido a las heridas sufridas en la batalla del puente Stirling. William Wallace se convirtió en el único guardián de Escocia, lo cual era un logro extraordinario para un hombre que no provenía de noble cuna. Tras su regreso de Inglaterra, los nobles escoceses lo nombraron caballero y le dieron el título de Sir William Wallace.

Wallace jamás llegó a ser pretendiente del trono de Escocia y siempre luchó en nombre del rey John pero su valor y confianza en sí mismo aglutinaron a la nación. Cuando el rey Eduardo convocó a los nobles escoceses al parlamento de York siguieron la guía de Wallace y se rehusaron a obedecer. Sin embargo, el héroe guardián de Escocia sabía que la llegada de la primavera traería consigo al ejército inglés. En marzo de 1298, Eduardo regresó a Inglaterra para comandar a su ejército contra los escoceses. El rey estaba obsesionado no con sólo derrotar a una nación sino también a un hombre, William Wallace.

A finales de junio, Eduardo se desplazó al norte con 25.000 hombres a pie y casi 2.000 hombres a caballo. Hasta ahora se desconoce el tamaño exacto del ejército de Wallace pero se estima que eran unos 10.000 hombres a pie. Fue capaz de reunir a algunos hombres a caballo al mando de nobles liderados por John Comyn pero era sólo una décima parte de los hombres de la caballería inglesa.

Wallace decidió aplicar una estrategia incendiaria para llevar a los ingleses al norte mientras destruía todo suministro que estos pudieran utilizar. Su plan era evitar la batalla hasta la llegada del alba. El ejército inglés afrontaba problemas de comunicación y le resultaba difícil obtener pertrechos, existía entonces el clima para una rebelión. Según estas evidencias el ejército inglés estaba en desventaja, era posible incluso que evitaran la batalla.

Al amanecer del 21 de junio, Eduardo tuvo la oportunidad que había estado esperando cuando unos espías le informaron que los escoceses se encontraban a sólo 30 kilómetros, en Falkirk. De inmediato el rey ordenó la marcha de sus exhaustos y hambrientos hombres. El monarca inglés y el defensor de Escocia iban a enfrentarse cara a cara en una cruel y sangrienta batalla.

El héroe se convierte en mito

El 12 de julio de 1298, cerca de Falkirk, los 25.000 hombres del ejército de Eduardo se enfrentaron a las tropas escocesas de William Wallace. Éstas, en inferioridad numérica, utilizaron una singular estrategia. Wallace organizó a sus tropas en cuatro bloques o formaciones para repeler a la caballería inglesa. Cada una de ellas estaba formada por unos 2.000 hombres armados con grandes lanzas y dispuestos en círculo. Esperando en los flancos se encontraba la exigua caballería escocesa al mando del noble John Comyn.

El clímax de la batalla se produjo cuando Wallace le ordenó a la caballería de Comyn que atacara a la inmensa cifra de arqueros ingleses, lo cual era quizás algo suicida. Pero la caballería al mando de Comyn no obedeció las órdenes sino que prosiguió a retirarse del campo de batalla. En algunos relatos del conflicto se describe a las fuerzas de Comyn como traidoras. Aún no se sabe si Comyn y los otros nobles traicionaron a Wallace, ellos retrocedieron probablemente al ver a la caballería inglesa. La habilidad de Eduardo para usar a sus arqueros resultó un factor clave, los escoceses debieron permanecer donde estaban y recibir la lluvia de flechas. Esto, desde luego, debilitó a su ejército. Acto seguido, la caballería inglesa atacó a un ejército diezmado y por supuesto ganó la batalla.

Miles de escoceses murieron en el campo de batalla de Falkirk pero Wallace tuvo la oportunidad de escapar. William decidió retirarse, pero no por cobardía sino como el acto de un hombre que admitía la derrota y deseaba continuar la lucha. Aunque Eduardo triunfó en la batalla aún no había ganado la guerra. Los ingleses ya no podían sostenerse por sí mismos ni conquistar a todo un país. Frustrado, el rey regresó a Inglaterra. Los ingleses conservaron el control de ciertas regiones del sur de Escocia. Poco después, los nobles de Escocia obligaron a Wallace a renunciar al título de guardián.

Los escoceses nombraron a dos nuevos guardianes: John Comyn y Robert Bruce, quienes se peleaban constantemente debido a sus conflictos de intereses políticos. Tal vez, molesto por el regreso de la política tradicional a Escocia, Wallace se marchó a Europa en 1299 para defender la causa escocesa en París y posiblemente en el Vaticano. Luego de finales del año 1300 se desconoce su paradero exacto en los tres años siguientes.

En mayo de 1303, Felipe, el rey de Francia, accedió con renuencia a un tratado de paz con el rey inglés del cual se excluyó a los escoceses. Eduardo, que ya tenía 64 años, volvió a guiar a sus tropas hacia la aislada Escocia donde no encontró resistencia. John Comyn, el nuevo guardián exclusivo de Escocia, se rindió en febrero de 1304 y el último reducto escocés, el castillo Stirling, cayó en julio. Los derrotados escoceses cedieron al dominio inglés y pudieron conservar sus tierras. Pero había un hombre que continuaba luchando, William Wallace.

Luego de 4 años, Wallace decidió regresar a Escocia y, cuando éste se negó a rendirse ante los ingleses, Eduardo lo consideró nuevamente su peor enemigo. Wallace guiaba a un pequeño grupo de seguidores. Perseguidos se ocultaban en los bosques y en las casas de campesinos.

Finalmente, William Wallace fue traicionado por uno de sus hombres y capturado el 3 de agosto de 1305 cerca de Glasgow, luego fue trasladado a Londres para ser juzgado. Fue hallado culpable de traición, sacrilegio, homicidio y un sinnúmero de otros delitos. Su única defensa esta registrada en escritos ingleses: “Wallace afirma con vehemencia que no es culpable de traición porque nunca aceptó a Eduardo como su rey”. La declaración de Wallace se convertiría luego en parte de su leyenda.

Su condena era ser arrastrado, colgado y descuartizado. Unos caballos lo arrastrarían hasta el lugar en que sería ejecutado, ese era el castigo para un traidor. En su caso, Wallace fue arrastrado durante 8 kilómetros por caminos y senderos, lo que provocaría un serio impacto físico. Luego lo llevaron al matadero en donde fue estrangulado y estirado. Después, le abrieron el estómago, le sacaron los intestinos y le abrieron el pecho para mostrar su corazón; todo esto se lo hicieron cuando aún estaba vivo y sólo murió cuando le arrancaron el corazón.

Ante la propia Iglesia de San Bartolomé, Wallace fue decapitado y descuartizado. Su cabeza fue colocada en una estaca en el puente de Londres. Otras partes de su cuerpo fueron llevadas a las principales ciudades de Escocia como una advertencia de lo que sucedería a todos aquellos que osaran traicionar al rey.

Después de la brutal ejecución de William Wallace parecía que la cruzada escocesa por la libertad había muerto con él. No obstante, en Escocia se produjeron sorprendentes procesos y Robert Bruce se convirtió en rey.

El 25 de marzo de 1306, Eduardo volvió con sus tropas al norte para combatir al nuevo traidor. Pero el 7 de julio de 1307, a sus 68 años, murió en la frontera con Escocia. Su ejército y su reino habían quedado en las incompetentes manos de su hijo Eduardo II quien regresó con sus fuerzas a Inglaterra. Tras saber de los triunfos y los errores de Wallace, Bruce recuperó gran parte de Escocia en los años siguientes.

Eduardo II finalmente llevó su ejército al norte para combatir en Bannockburn, Escocia, el 23 de junio de 1314. Tras una feroz batalla de dos días los escoceses lograron derrotar a los ingleses. Inspirado por Wallace, Bruce obtuvo la independencia de Escocia por los 400 años siguientes. Pero, en mayo de 1707, el acta de unión aglutinó a Inglaterra y Escocia en la nación de Gran Bretaña.

Era el fin del sueño de William Wallace de una Escocia independiente…

El espíritu de Wallace regresa

Cuando los ingleses asumieron el control de Escocia, en 1707, renació la leyenda William Wallace. Existen tributos a Wallace en todo el país tales como el monumento nacional a Wallace en Stirling, erigido en 1861.

Pero, después de la Segunda Guerra Mundial, el nombre de Wallace no volvió a ser mencionado en los textos escolares y el monumento nacional cayó en el descrédito. Los ingleses no querían que se homenajeará al patriota. William Wallace, el héroe de un pueblo, estaba a punto de quedar en el olvido. Pero un día, en 1993, el escritor Randall Wallace visitó el castillo de Edimburgo mientras estaba de vacaciones con su familia: “En la entrada había dos estatuas, una de Bruce y otra de Wallace. Al preguntarle a un guardia quién era Wallace, me respondió que era su mayor héroe y yo de inmediato quede cautivado. Pese a mi amor por la historia no sabía nada de Wallace. Su historia me pareció muy romántica. William Wallace es como un ancestro para mí, siento su sangre en mis venas y nadie me lo puede negar”, dijo Randall.

Randall Wallace se sintió inspirado para escribir un libreto llamado “Corazón Valiente”. Para su trabajo de investigación, en la biblioteca, R. Wallace pidió un prestado un antiguo ejemplar de William Wallace, de Blind Harry.

Posteriormente, “Corazón Valiente”, el libreto de Randall Wallace, se convirtió en un gran éxito de Hollywood protagonizado por Mel Gibson. La película cautivó a miles de espectadores con el drama del legendario Wallace. Algunos dicen que hay inexactitudes históricas en el film, pero las mismas no importan ya que “Corazón Valiente” hizo que la gente de Escocia se reexaminara a sí misma y se interesara de nuevo por tratar de conocer sus raíces.La libertad requiere sacrificios, ese es el mensaje de William Wallace y de toda su leyenda.

11 sept 2008

Harald Blåtand


Harald Blåtand, muerto en 986, fue rey de Dinamarca aproximadamente desde 958 hasta su muerte, y rey de Noruega alrededor de 970. Sucedió a sus padres, Gorm el Viejo (rey de Jutlandia), y Thyra Danebod (supuesta esposa de Harold Klak, jarl de Jutlandia)
A principios del siglo X los vikingos dominaban el norte de Europa estableciendo reinos gobernados por clanes familiares con un rey al frente.

Del rey Gorm ‘El Viejo’ y su mujer Thyre, que gobernaban sobre Dinamarca, nació Harald que se convirtió en rey al suceder a su padre.
Este hecho fue el primer caso conocido de un rey escandinavo que traspasaba el poder a su hijo, ya que anteriormente a la muerte de un rey, otros grandes hombres luchaban entre sí por el poder. Su nombre fue pronto conocido en toda Escandinavia y se convirtió en un importante personaje del norte de Europa. Harald no era el prototipo de hombre nórdico, la gente le llamaba ‘Blåtand’, ‘Blå’ por su piel morena y pelo oscuro, y ‘tand’ que significa gran hombre. Al traducirlo al inglés, ‘Blåtand’ se interpretó como Bluetooth (diente azul), aunque también cuentan que ese nombre se le atribuyó por haber padecido la eritroblastosis fetal, enfermedad que habría hecho que alguno de sus dientes tuviera un color azulado.

En el año 960, el rey Harald recibió la visita de un sacerdote enviado por el pueblo germano para convencerle de que únicamente existía un sólo Dios que vivía en los cielos y era cristiano y no nueve como creían los vikingos. Harald ‘Blåtand’ desconfió del sacerdote y le dijo que si ese Dios existía podría protegerle cuando él le pusiera un hierro al rojo en la mano. Milagrosamente el sacerdote no sufrió daño alguno y desde ese instante Harald fue bautizado y convertido al cristianismo, obligando a todo su reino a abrazar la fe cristiana. La mayoría de los súbditos no abandonaron sus anteriores creencias. Harald Blåtand murió en torno al año 986, presumiblemente a manos de su hijo Svend Barba Ahorquillada, que conquistaría Inglaterra en el año 1013. Se encuentra enterrado en la catedral de Roskilde.

Once siglos después, la compañía Ericsson puso el nombre de Bluetooth a una nueva tecnología en memoria de Harald, que unificó Dinamarca y Noruega poniendo fin a la era vikinga. El gran hito de Harald fue la conversión al cristianismo de esos países nórdicos.
En el inicio del año 2000, el ‘Bluetooth Special Interest Group (SIG)’, formado por importantes empresas como Nokia, Ericsson, 3Com, Lucent Technologies, Microsoft, Motorola, Toshiba, IBM e Intel, lanzó un logotipo que juega con las runas «H» y «B», las iniciales del rey Harald Bluetooth.

10 sept 2008

LA REBELIÓN DE LA REINA BOUDICA CONTRA ROMA

La invasión de los romanos a las islas británicas fue ordenada por el emperador Claudio, quien buscaba una campaña que le diera un triunfo resonante ante sus compatriotas.
Sin embargo, debe mencionarse que el primero que llegó a Britania fue Julio Cesar en el año 55 AC La justificación del envío de tropas a la isla fue la petición de ayuda que efectuó el rey Verica, aliado del imperio romano, en contra de sus oponentes Togodumnus y Caracatus, quienes se habían constituido en una amenaza para el amigo de Roma.
La expedición, bajo el comando de Aulus Plautius, estuvo integrada por las legiones IX (Hispana), II (Augusta), XIV (Gemina) y XX (Valeria Victrix). Estas derrotaron a los celtas en cercanías del río Medway. Tras la victoria, once reyes locales se rindieron ante Roma en el año 43 de nuestra era.
Los icenios, descendientes de los cel tas, eran guerreros de oficio y ocupa ban los terrenos de la actual Norfolk. Sus armaduras estaban remachadas en oro, peleaban desnudos y pre ce dían el ataque con ruidos de trompe tas.
El romano Ostorius Escápula fue nombrado gobernador de Britania. Debido a la prohibición de usar armas de guerra, se levantaron las tribus de la isla, comandadas por los icenios, luego de la muerte de uno sus reyes de nombre Prasutag.

La viuda de Prasutag, Boudica o Boudicea, pertenecía a la aristocracia icenia. Probablemente nació hacia el año 26 de nuestra era. El historiador Dión la describe como una mujer muy alta, de cabello rojizo hasta la cintura.

A la muerte de Prasutag, sus propiedades fueron saqueadas por funcionarios romanos al servicio del procurador Cato Deciano. Sus hombres, no contentos con el robo, tomaron prisionera a Boudica y sus dos hijas y las sometieron a tortura y violación.

Al ser liberadas, la reina y sus dos hijas congregaron a todos los miem bros de la tribu de los icenios y los in citaron a la guerra contra el invasor romano.

Miles de guerreros se unieron en cuerpos de combate y avanza ron sobre Camulodunum (la actual Colchester).

Ciento veinte mil celtas enfurecidos se presentaron frente a la ciudad en el año 60 de nuestra era y la atacaron en masa. La guarnición romana allí presente no pudo defender la población y, a pesar de una dura resistencia, se vio obligada a retroceder paulatinamente.

Los legionarios corrieron hacia el templo local, que logró sostenerse por dos días adicionales, pero al final fueron hechos pedazos. Los británicos se dedicaron entonces al saqueo de la infortunada población.

Alarmados los comandantes romanos con la situación, enviaron de inmediato a la más cercana guarnición la orden de atacar a los rebeldes. La orden recayó sobre la IX Legión Hispana, al mando de Petilio Cerial. Éste dispuso la marcha de tres mil hombres de su Legión, quienes avanzaron hacia Camulodunum.

Para su desgracia, fueron interceptados por rebeldes icenios, quienes los desbarataron por completo, matando dos mil quinientos legionarios.

Suetonio, el Gobernador General de Britania, se dirigió a marchas forzadas a Londinium, que por ese entonces no era ciudad fortificada ni preparada para la defensa militar, motivo por el cual Suetonio la abandonó.

Los habitantes de la futura Londres reclamaron la presencia de las tropas romanas a gritos. Sin embargo, todo fue en vano. La táctica militar del imperio exigía una retirada hacia sitios más protegidos. En ella quedaron cientos de personas indefensas y aterrorizadas.

Y no era para menos. La llegada de los icenios, ávidos de sangre y venganza, representó la muerte en masa de toda esa población rezagada y dejada a su suerte por los soldados romanos.

Los que se atrevieron a combatir fueron despedazados por las espadas de los sufrieron las muertes más atroces. A las mujeres, luego de arrancarles los senos, las empalaron en estacas de madera.

Y de la masacre no se salvó nadie. Ni siquiera los animales de trabajo que, una vez conducidos los vencidos a los sitios de sacrificio, eran también degollados.

Los icenios se dirigieron entonces a Verulamium (la actual Saint Albans).

Sus habitantes eran odiados entre sus propios congéneres por haberse distinguido por su colaboración con los invasores. Por fortuna para ellos, muchos lograron huir del avance icenio y se refugiaron en la cercanía de otros campamentos romanos.

Con quienes se quedaron en la ciudad no hubo cuartel y mucho menos compasión. Todos fueron pasados a cuchillo,
torturados o sacrificados. Sus edificios fueron quemados hasta los cimientos.
Sin embargo, la reina Boudica y su ejército cometieron un terrible error. Aún sabiendo que Suetonio se encontraba débil militarmente y que las muertes más atroces. A las mujeres, luego de arrancarles los senos, las empalaron en estacas de madera.

Y de la masacre no se salvó nadie. Ni siquiera los animales de tra bajo que, una vez conducidos los vencidos a los sitios de sacrificio, eran también degollados.

Los icenios se dirigieron entonces a Verulamium (la actual Saint Albans).

Sus habitantes eran odiados entre sus propios congéneres por haberse distinguido por su colaboración con los invasores. Por fortuna para ellos, muchos lograron huir del avance icenio y se refugiaron en la cercanía de otros campamentos romanos.

Con quienes se quedaron en la ciudad no hubo cuartel y mucho menos compasión.

Todos fueron pasados a cuchillo, torturados o sacrificados. Sus edificios fueron quemados hasta los cimientos. Sin embargo, la reina Boudica y su ejército cometieron un terrible error. Aún sabiendo que Suetonio se encontraba débil militarmente y que hubiese sido sencillo vencerlo, decidió permanecer en Verulamium con sus tropas. Esta fue su más trágica decisión. El gobernador de Britania llamó entonces a todas las legiones disponibles en el sur y centro de la isla. Contaba especialmente con la XI Legión (Augusta), debido a su veteranía y poderío en combate. Sin embargo, por razo nes no bien comprendidas, la XI Legión no llegó, pues su comandante Poenio Póstumo no respondió al llamado de su superior. Las que sí concurrieron fueron las legiones XIV y XX, además de una serie de auxiliares que fueron rápidamente adiestrados y organizados en el nuevo ejército de quince mil legionarios veteranos. Suetonio decidió entonces atacar a los británicos. Para ello eligió un sitio de batalla que tuviera un desfiladero y un bosque a espaldas del ejército romano.

Y lo encontró en la región de West Midlands. Era el año 60 de nuestra era. Cada jefe arengó a sus tropas. Boudica les gritó, entre otras cosas: “...ganaremos esta batalla o moriremos! Eso es lo que yo, que soy mujer, me propongo hacer. Que los hombres vivan esclavos si lo desean...”

Suetonio, a su vez exclamó: “...no temáis su espíritu rebelde. Su audacia nace de su temeridad, pero sin las armas ni la disciplina...Somos romanos y hemos conquistado el mundo gracias a nuestro valor...”

Los celtas, indisciplinados, desordenados, pero valientes en combate, formaron sus líneas de ataque, con largas es padas y sin armaduras. Los acompañaban sus familias, colocadas en carretas en la retaguardia. Su número llegaba a doscientos mil efectivos.

Los romanos, perfectamente organizados y protegidos con cascos metálicos, protectores de cuello, armaduras de cuero y sandalias remachadas, se dispusieron por secciones. La infantería, protegida por escudos, estaba armada de lanzas, espada y daga. La caballería, con grandes lanzas y protección en cuero para el jinete y su cabalgadura. Los celtas atacaron primero. Lanzando aullidos de combate, en un trasfondo de música de trompetas, avanzaron hacia las legiones, que permanecieron impasibles hasta cuando tuvieron a los bárbaros muy cerca. En este momento, la parte media de la infantería ligera avanzó a paso rápido, formando una poderosa cuña, respaldada por la in fantería pesada y los auxiliares. Las lanzas y jabalinas de los infantes brotaron de la letal cuña como espinas malignas que atravesaron el cuerpo de los desprotegidos icenios, que esperaban un combate cuerpo a cuerpo en igualdad de condiciones. En cambio, recibieron la andanada de las lanzas y fueron rematados por las espadas cortas de los imperiales. En vano los jefes celtas trataron de organizar el contraataque. Sus enfurecidos soldados, despreciando la muerte volvían una y otra vez a la carga, simplemente para recibir el mismo tratamiento de los romanos, protegidos perfectamente por su pared de escudos. Cuando por fin lograba conformarse un grupo organizado que atacara la masa legionaria, los sor prendidos británicos recibían por la espalda el ataque de la caballería italiana, que los masacraba sin piedad. La vanguardia cuneiforme romana continuó abriéndose paso a través de los miles de combatientes y llegó has ta las carretas de los bárbaros, en don de masacraron a las mujeres y a los niños, lo cual produjo un efecto des moralizante entre los bárbaros, que perdieron toda compostura de com bate y fueron fácil presa de las legio nes. En el campo de batalla quedaron los cuerpos de ochenta mil icenios y apenas cuatrocientos romanos. Los gue rreros que cayeron en manos de los le gionarios fueron ejecutados sumaria mente.

Los demás fueron degollados en el sitio de su captura.

Boudica y sus dos hijas, luego de escapar de la batalla, se suicidaron. No se conoce el sitio de su sepultura.

Boudica



Miembro de la aristocracia icena, se casó con el rey de esta tribu celta. Al morir éste, defendió su territorio de las ansias anexionistas de Roma. Acaudilló a las tribus autóctonas y lideró un ejército –de entre 100.000 y 230.000 soldados– contra la ocupación de Gran Bretaña.

La expansión territorial del Imperio Romano se produjo no sin dificultades con terribles guerras que jalonaron de sangre y devastación el mundo conocido. En el caso de Britania, fue el emperador Claudio quien, en el año 43, ocupó la isla con cuatro legiones que avanzaron hacia al interior entre grandes muestras de resistencia local. Pero uno de los principales obstáculos ante la dominación romana lo constituyó la rabia de una indómita guerrera que puso en jaque a las mejores tropas imperiales.

La gran heroína de los británicos vino al mundo en torno al año 30, en algún lugar de la tierra habitada por los icenos, una tribu de origen celta que se distribuía por la antigua región de Anglia del Este (actuales Norfolk y Suffolk).

Seguramente, su familia formaba parte de la predominante elite aristocrática que gobernaba su pueblo, por lo que recibió una educación acorde a dicha posición social. En 48, la hermosa joven de largos cabellos rojizos y elevada estatura se casó con Prasutagus, rey de los icenos, con quien tuvo sus dos únicas hijas.

Todo hacía ver que la existencia de Boudica sería feliz junto a su esposo y viendo cómo crecía su familia en un contexto en el que los icenos sobrevivían siendo clientes de los invasores romanos. No en vano, el propio monarca había firmado un pacto con los latinos por el que se comprometía a que tras su óbito su reino fuera repartido entre sus hijas y Roma a cambio de constantes ayudas militares y económicas.

En el año 60 se produjo el fallecimiento de Prasutagus. Su esposa quedó como regente, dispuesta a proteger la herencia de sus hijas ante las insistentes peticiones de los romanos, los cuales reclamaron para sí la anexión del territorio iceno y una abundante fortuna, que incluía la dote gestionada por la ahora reina Boudica.

Su negativa ante el abuso extranjero provocó que unidades legionarias, enviadas por el pretor Catus Decianus, arrasasen la región de los icenos, humillando de paso a Boudica. Ésta fue desnudada en público y azotada mientras veía con horror cómo los soldados de Roma violaban a sus hijas. La afrenta desató la furia de la britana y, enarbolando su brillante carisma, fue capaz de convocar a las tribus autóctonas hasta entonces desunidas para enfrentarse, en un combate sin igual, contra la maquinaria bélica más demoledora del mundo antiguo.

Según los investigadores históricos, entre 100.000 y 230.000 guerreros siguieron a su jefa militar, quien antes de iniciar los combates invocó la ayuda de Andraste, la diosa celta del triunfo. Asimismo, Boudica –nombre que venía a significar, precisamente, victoria– realizó una ceremonia en la que liberó de los pliegues de su vestimenta una liebre (animal sagrado para los britanos), lo que enardeció aún más el ánimo de los insurrectos.

Con determinación, las tropas rebeldes avanzaron sobre diversas ciudades dominadas por los ocupantes. En primer lugar cayó Camulodonum (actual Colchester), en medio de violentas luchas que acabaron con la destrucción de la guarnición romana. En auxilio de la ciudad acudió la IX Legión Hispana. Pero los sublevados habían preparado un plan de emboscada que acabó con la vida de más de 5.000 legionarios.

El terror se propagó entonces por las filas latinas, ya que –siguiendo sus costumbres de guerra– los britanos nunca hacían prisioneros y los vencidos eran ejecutados sin compasión. El siguiente objetivo para los insurgentes fue Londinium (actual Londres), plaza que fue tomada casi sin oposición para ser quemada hasta los cimientos.

No obstante, a Roma, por entonces bajo los designios del emperador Nerón, le restaban en la isla de Gran Bretaña suficientes recursos y generales experimentados para sofocar cualquier levantamiento. Y en el año 61, el magister militum Suetonio Paulino asumió el mando de dos experimentadas legiones, con las que asestó un golpe definitivo a los mal entrenados guerreros que seguían a su valiente soberana.

La derrota fue total para los autóctonos y su reina, antes de verse presa del enemigo, prefirió quitarse la vida junto con sus hijas ingiriendo veneno. Según se cuenta, los rituales funerarios que acompañaron su entierro fueron fastuosos y dignos de la gran líder que fue. Hoy en día, su tumba sigue en paradero desconocido, lo que fomenta aún más la leyenda de esta indómita mujer.

Durante el medievo se borró su memoria para ser recuperada y ensalzada en el siglo XIX, donde los historiadores británicos la compararon con la reina Victoria. En 1905, una estatua de Boudica subida en un carro de guerra fue instalada frente al Parlamento británico, en Londres, como símbolo del sentimiento de libertad que acompañó a su pueblo en un momento tan crucial para los moradores de la vieja Alvión.

Zenobia


Zenobia (23 de diciembre 245 - 274), reina de Palmira entre 267 y 272. Zenobia es la castellanización del nombre original Zainib.
Zenobia estaba casada con el príncipe Odenato de Palmira.

Odenato (castellanización del nombre Odenat) era un príncipe cliente del Imperio Romano, pero éste fue asesinado junto a su heredero, y tomó las riendas del poder entonces Zenobia. Aprovechando las disputas al interior del imperio por la corona del mismo, el reino de Palmira se sublevó e intentó crear su propio imperio, con la intención de dominar a los dos que le flanqueaban, el romano y el sasánida.

También tenían el incentivo de aprovechar el vacío de poder que el Imperio Sasánida aún no había alcanzado a llenar. Las campañas militares de Zenobia le permitieron crear un imperio que abarcaba toda el Asia Menor , e incluso logró tomar Egipto con sus tropas, ya que allí se había levantado un posible candidato al trono romano. Zenobia logró deponer al pretendiente y reclamó la corona del imperio para su hijo. Sin embargo, el Emperador Aureliano emprendió una campaña militar contra Zenobia y la derrotó.

La ciudad de Palmira, recibió el perdón en un principio, pero ante un intento de rebelión de sus habitantes, fue completamente destruida. Hoy en día, en el lugar donde se levantaba la majestuosa Palmira, la ciudad que llegó a rivalizar con las más imponentes del Imperio Romano, solo quedan ruinas de un pasado glorioso. Zenobia la había embellecido con una avenida custodiada por grandes columnas; también erigió estatuas de ella y su difunto esposo Odenato.

En materia religiosa, al contrario de sus pares romanos, había sido bastante tolerante, pero ella al parecer fue adoradora del dios solar. Finalmente, el pueblo de los nabateos que había fundado aquella bella urbe, desapareció de la Historia Universal. Zenobia fue exhibida en Roma, como prisionera y con cadenas de oro,en el desfile triunfal. Se dice que Aureliano, impresionado por su belleza y dignidad, la liberó y le dio una villa en Tibur (ahora Tivoli, Italia), donde pasó el resto de su vida. Algunos historiadores (antiguos y modernos) creen que se casó con un senador romano y tuvieron descendecia.
Parece ser que Zenobia, aparte de su ambición política, era una reina culta y cortesana, que fomentó las artes durante su corto reinado.

Entre sus protegidos se encuentra Pablo de Samosata, uno de los más destacados teólogos de su época, que hizo carrera como obispo protegido por la reina. El interés de Zenobia era promover una versión más judaizante del Cristianismo, que pudiera imponerse a la romanización cada vez más acelerada del mismo; las doctrinas de Pablo de Samosata serán llevadas a su máximo desarrollo por su discípulo Arrio, fundador del arrianismo.

8 sept 2008

Leif Eriksson


Leif Eriksson, El afortunado (c. 970 – c. 1020), explorador vikingo, célebre por su viaje a América.

Nació en Islandia. Hijo del explorador noruego Erik el Rojo, continuó la tarea de colonización hacia el oeste iniciada por su padre. Alrededor del año 1000, guiado por los relatos del comerciante Bjarni Herjólfsson, se dirigió hacia el oeste y pasó un invierno en una tierra a la que denominó Vinland y que describió como abundante en salmones y pastizales. Su campamento constituiría el primer asentamiento europeo en América, quinientos años antes que Cristóbal Colón. Su hermano Thorvald Eriksson fue el primer europeo en tener contacto con amerindios, y también su primera víctima. El campamento, Leifbundir, estaba ubicado en el extremo norte de la isla de Terranova, en el lugar conocido actualmente como L'Anse aux Meadows y duró sólo unas décadas antes de ser abandonado, debido a la agresividad de los indígenas y al continuo hostigamiento que sufrían los colonizadores.

Explorador islandés considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. Su patronímico, Ericson, se puede escribir también como Ericsson, Eiríksson o Erikson. Fue el segundo de los hijos de Erik el Rojo, quien hacia el año 985 fundó la primera colonia europea en Groenlandia, poco después de haber sido exiliado de Islandia.

Eric el Rojo


Este rico colono noruego fue desterrado de Islandia por homicidio y emprende un viaje de exploración hacia una tierra mencionada por marinos y poetas. Se decía que un comerciante llamado Gunnbjorn Ulf-Krakason arrastrado por las tormentas había avistado unos islotes y una vasta tierra por detrás de ellos. En su drakkar de 32 metros de largo recorrió hacia el oeste unos 320 kilómetros hasta encontrar la costa este de Groenlandia, a la que no pudo acercarse por la banquisa. Las corrientes lo arrastraron hacia el cabo Farewell, al sur de la isla. Pasan en la zona dos inviernos y exploran cada fiordo entusiasmados al contemplar cascadas, pastos, bosques y más horas de luz de las que tenía Islandia.

Año 985 d.C.


25 drakkar cargados de colonos islandeses, emprenden el viaje a Groenlandia o “tierra verde”. Viajaron familias enteras con sus animales, semillas, hierro y maderas. Sólo 400 personas a bordo de 14 barcos llegaron a destino. Se establecieron dos colonias en la costa oeste que llegaron a tener 5000 y 1400 colonos. Encontraron viviendas y embarcaciones abandonadas por los esquimales cuando tuvieron que emigrar por la escasez de focas y caribúes. Entre 1360 y 1400 el clima empezó a enfriarse y las colonias desaparecieron.


1000 d.C. Leif Erikson, hijo de Eric el Rojo, junto a 35 hombres en una sola embarcación, emprendió una expedición a unas tierras al oeste de Groenlandia, sobre las que había oído de boca de un comerciante llamado Bjarni Hergolfsson que las había visto pero no había podido desembarcar en el año 985 o 986.

En Groenlandia se corrió la voz de que un tal Björn Herjulfsson había encontrado unas nuevas tierras situadas más hacia el oeste, a cuyas costas fue arrastrado por una tormenta en un viaje entre Islandia y Groenlandia. Alrededor del año 1000 y con el mismo espíritu aventurero que su padre, Erik el Rojo, Leif embarcó acompañado de 35 hombres en busca de esas tierras.
Fue llegando a diversos lugares a los que denominó según fuese el elemento predominante del paisaje: Primero fue Helluland (Tierra Pedregosa), después Markland (Tierra de Bosques) y por último, Vinland (Tierra de Vides). Se supone que estos tres lugares son los que actualmente corresponden a Baffin, Labrador y Terra Nova. En esta última isla, concretamente en L’Anse des Meadows, se han descubierto restos de casas, unos 130 pequeños objetos y una herrería que puede fecharse justamente alrededor del año 1000, y que bien pudo servir de base para que aquellos hombres realizasen expediciones hacia el sur del continente.

En Vinland encontraron una tierra fértil con buen clima, donde los inviernos no suponían la interrupción de la vida cotidiana, con abundante pesca y caza. Era un lugar perfecto para iniciar una colonia. El nombre fue debido a unas vides salvajes que allí crecían, imposibles de encontrar en su tierra de origen.


Leif regresó a Groenlandia con el barco cargado de madera, un elemento muy necesario y valioso en esa isla, donde no había bosques, y uvas (algunos investigadores piensan que más bien debían ser algún tipo de bayas silvestres, de las que igualmente podía hacerse vino). Su padre había muerto y él, que por su hazaña recibió el apodo del Afortunado, tuvo que hacerse cargo de la granja familiar, siendo su hermano Thorvald quien organizase la siguiente expedición.
Estos nuevos colonos, tras permanecer dos años en Vinland, construyeron nuevas casas y extendieron el territorio explorado. Al regresar a Groenlandia hicieron una parada en cierto lugar, donde tuvieron el primer contacto -desafortunado- con los indios nativos, a los que llamaron skraeling (enanos en nórdico).

1010 d.C. En estos años el vikingo Thorfinn Karlsefni, de Islandia, y Gudrid la viuda de Thorvald Eriksson dirigieron desde Groenlandia una expedición, que incluyó 60 hombres y algunas cabezas de ganado, para explorar las costas de Vinlandia y establecer una colonia. Pasaron 2 años en algún estuario de la costa norteamericana que llaman las Casas de Leif, pero la hostilidad de los indígenas los obligo a renunciar a la empresa. Mas tarde saldría una expedición al mando de Freydis, hija de Erik el Rojo, que con 2 naves, una suya y otra de los comerciantes Helgi y Finnbogi. Arriban a las Casas de Leif, donde empiezan las hostilidades entre las dos naves, ya que Freydis no permite que los otros expedicionarios se queden en las casas que su hermano Leif había fundado años antes, y Helgi, Finnbogi y sus hombres deben construir nuevas casas. Después de pasar el invierno en aquel lugar, Freydis hace matar a los comerciantes y a todos sus hombres mientras dormían. Tras la masacre retorna a Groenlandia con la embarcación de los comerciantes, de mayor tamaño, cargada de madera y vides.

1194 d.C. Los vikingos de Islandia descubrieron, al parecer, unas islas que llamaron Svalbard (costa fría), quizá mejor conocidas para los no escandinavos como Spitzbergen (picos montañosos). Se hallan a uno 1500 km. al norte de Islandia y a unos 800 del extremo septentrional de Noruega.
1398 d.C. El príncipe escocés Enrique St. Clair habría llegado a América al frente de una expedición formada por 12 barcos y 600 hombres. Así lo afirman unos dibujos de vegetación de tipo americana, y la existencia de un manuscrito que perteneció a uno de los participantes de ese viaje.

Celebraciones de este mes

8 de Octubre - Día de Erik el Rojo.
Seguidor de Dios Thor, padre de Leif, descubridor de Groenlandia. Brinda en este día en memoria de este gran vikingo, y recuerda y ayuda a tus amigos, como el gran Dios Thor haría!

9 de Octubre - Día de Leif Erikson.
Feriado oficial en los Estados Unidos, debido al reconocimiento de la autoría del descubrimiento de América a este gran vikingo. Gran oportunidad de realzar la cultura Nórdica.

12 y 15 de Octubre- Veturnætur, Winternights o Noche de Invierno-
Recuerdo de los antepasados difuntos y agradecimiento por la última cosecha/proyectos del ciclo anual. Es el inicio del invierno.

27 de Octubre /5 de Abril - Winter Nights.
Esta fecha es dedicada a las Idises, espíritus de la fertilidad gobernadas por Freya. En estos días los elfos bendicen la cosecha que finaliza; en esta fecha se da comienzo también a la Caza salvaje comandada por Odín, periodo que tiene su apogeo en Yule y que termina en Ostara. Es un momento para recordar a nuestros antepasados y seres queridos muertos, una fecha semejante en contenido al Samhain Celta.

13 de Abril /13 de Octubre - Sumarsdag/Sigrblot.
Por estos días mas o menos, dependiendo del lugar donde se habita, se notan en el ambiente los inicios de los tiempos de verano. en estas fechas se hacían, entre otras cosas, sacrificios a Odín para asegurar el éxito en estos tiempos de calor.

30 de Abril/ 31 de Octubre - Walburg Night.
Walburg es una diosa Teutónica que protege a los héroes que yacen en los túmulos funerarios. En esta época del año recuerda a aquellos que yacen en sus tumbas, con la esperanza de un renacimiento. Piensa en los actos que puedes hacer y que te sobrevivirán después que te vayas.

Sumarsdag, Sigrblot - 13 de Octubre:
Por estos días mas o menos, dependiendo del lugar donde se habita, se notan en el ambiente los inicios de los tiempos de verano. en estas fechas se hacían, entre otras cosas, sacrificios a Odín para asegurar el éxito en estos tiempos de calor.

Walburg Nacht- 30 Octubre:
El festival de Walpurgis era una noche de oscuridad y mucha actvidad. Las nueve noches desde el 22 al 30 son celebradas en recuerdo del sacrificio de Odín en el árbol del mundo, el Yggdrasil. Fue en la novena noche (Octubre 30, Walpurgisnacht) en que recibió las runas, las tomó y murió ritualmente por un instante. En ese momento, toda la Luz en los 9 mundos se extinguió, y el completo Caos gobernó. En el instante final de la medianoche, la Luz retorna con un brillo centellante, y los fuegos son encendidos. En la noche de Walpurgis, la muerte provoca un total sacudimiento sobre la tierra, en la noche final de la Horda Salvaje. Es un tiempo de gran magia y visiones.