por Lena Katarina Swanberg y Carl Jan Granqvist
Foto: Pål Allan / www.imagebank.sweden.seLa sopa de setas es menos común en la mesa sueca que la salsa de setas, la tortilla de setas, el estofado de setas, las setas fritas, el bocadillo de setas, el guiso de setas... Pero también es verdad que los suecos son amantes de recoger y comer setas silvestres. Pasado un verano suficientemente caluroso y húmedo, los bosques del país se llenan de setas comestibles, y el elegante boleto (Karljohan) prolifera tanto que Suecia hasta lo exporta.
Cuando se acerca el fin del verano, en todo el país la gente goza recogiendo rebozuelos. Y si ya no encuentran setas en el bosque pueden ir al mercado, donde siempre se consiguen.
Ingredientes
4 comensales
2 chalotes
400 g de boletos frescos
3–5 dl de caldo de pollo
2–3 dl de nata
3 ramitos de perejil
50 g de mantequilla
sal, pimienta blanca
Preparación
Cortar unas 12 rodajas de setas pequeñas y reservarlas para el aderezo. Picar las chalotas y sofreírlas en un poco de mantequilla, sin dorarlas. Cortar el resto de los boletos en trozos pequeños, agregarlos a los chalotes y verter el caldo de pollo. Hervir a fuego lento unos 10 minutos. Luego verter todo en una licuadora. Una vez hecha la mezcla, colar la sopa y volver a verterla en una cacerola. Agregar la nata y cocer unos minutos más. Agregar sal y pimienta como condimentos. Picar el perejil. Sofreír las rodajas de setas que se han reservado en un poco de mantequilla, en una sartén muy caliente. Verter la sopa en tazones calientes, poner encima las rodajas de setas y esparcir un poco de perejil.
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