Ritual del último viaje

Los pueblos germanos creían en varios tipos de vida de ultratumba, según la existencia en este mundo que hubieran tenido. Los valientes guerreros muertos en combate iban a Vingholf, la morada de Wotan. Por el contrario Hel, un lugar lóbrego similar al infierno es para "los muertos de paja", los que morían postrados en la cama, de vejez o de enfermedad, y que eran consideramos menos dignos que los caídos en lucha. No hay una forma concreta de enterramiento para estos pueblos, ya que las numerosas tumbas encontradas responden a diversos tipos de entender la parte ritual y física del viaje al más allá. Hubo enterramientos clásicos y cremaciones, montículos con piedras o túmulos, algunos alineados formando el contorno de un barco. Los más espectaculares eran los barcos tumbas, con todos los lujos y enseres que disfrutara el difunto en vida. Una vez el fallecido era enterrado con todos los honores, siguiendo un cuidadoso ritual, ya estaba preparado para emprender su último viaje, donde se reuniria con sus ancestros.
En GOkstad, al sur de Noruega en encontró un impresionante barco tumba. Es un navio de guerra con 25 metros de eslora. Era uno de esos barcos que los nórdicos llaman landskip (barco lago) también conocidos como drakkar, enterrado en una zona llamada Montículo del Rey.
Cuando comnzaron las excavaciones, a finales del siglo XIX se encontró este enorme barco casi intacto gracias a la capa de arcilla azul que lo recubría.

Este barco se exhibe en el Museo de Barcos de Oslo, formó parte del ritual de enterramiento de una persona rica, seguramente un monarca. La construcción solía seguir este procedimiento: primero se cavaba una oquedad de más o menos 60 metros de largo, donde se introducía la nave del difunto. En la cubierta se montaba una cámara fúnebre y en su centro se colocaba la cama con el difunto vestido con sus mejores galas. Le acompañaban en su viaje sus armas, una de sus mejores esclavas y diferentes animales sacrificados para la ocasión.