Usualmente, existe la mala intepretación del significado del Lobo Fenris en Ásatrú. Se interpreta a Fenris como algo negativo, ya que es él quien, durante el Ragnarök, devorará a Odín. Pero esta mala interpretación se fortalece en el error que cometen algunos asatruar de querer "cristianizar" nuestra religión, para hacerla más "potable" para entendimiento del común de la gente. Así es como identifican a Odín con Jesús, a Loki con Satanás y al Ragnarök con el Armagedón. Y a Fenris con el mal. Esto no sólo distorsiona la riqueza de nuestra religión en cuanto a su significado y con respecto al rol que cada Dios y Diosa y cada criatura cumplen, sino que debilita terriblemente a Ásatrú, ya que ataca los fundamentos de nuestra religión, haciendo que muchos la consideren una religión similar al Cristianismo.
Sin embargo, para entender a Ásatrú, es necesario poder distanciarse lo suficiente de las religiones medio-orientales y orientales, y tomar como punto de vista la cosmovisión del Hombre europeo. Nuestra religión no sólo encierra aspectos de fe, sino también cultura y tradiciones. Ásatrú tiene miles de años de antigüedad (en su forma más primitiva), y sobrevivió a la destrucción que acarrió la evangelización de Europa Central y Nórdica. Es más, hoy renace en todo el mundo (incluso aquí, en Argentina), a pesar de llevar sobre sus espaldas las marcas del Cristianismo, luchando por recuperar las tradiciones de quienes nos precedieron y murieron hace siglos por mantener viva la llama de los Aesir y los Vanir.
Decíamos que cada Dios y Diosa y cada criatura cumple un rol particular. Fenris también lo cumple. Al devorar a Odín durante el Ragnarök, Fenris hace posible que se cumpla el ciclo cosmológico de Ásatrú, es decir, "Creación - Destrucción - Renovación". Sin destrucción, no hay renovación, y la tarea de Fenris, por más cruel que pueda parecer, es la de dar muerte a Odín, para dar rienda suelta a las fuerzas destructivas que aniquilarán a nuestro mundo tal cual lo conocemos hoy, para luego renacer purificado. El ciclo de "Creación - Destrucción - Renovación" está presente en cada momento de nuestras vidas. El Otoño llega luego del Verano, para ir adormeciendo lenatemente al ecosistema. El Invierno lo aniquila casi por completo, pero llega la Primavera para hacerlo renacer y florecer nuevamente. Es el ciclo de la Vida y la Muerte; es nuestra Vida misma.
Dentro nuestro llevamos encendida la llama de nuestros ancestros, nuestros predecesores, que renacen con nosotros, y nuestra llama será portada a su vez por nuestros descendientes. De la misma manera en que no hay Invierno sin Verano, Odín no significaría lo que significa sin Fenris, y viceversa. Todo tiene un sentido. En Invierno congelará los campos y matará las pasturas, Fenris devorará a Odín. La Primavera hará renacer al verde, y el mundo resurgirá pleno de vida luego del Ragnarök. Es por ello que los asatruar honramos a la Vida. Es por ello que los asatruar honramos a la Muerte.
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